TRAS ocho años, el Senado volvía a acoger el pasado lunes un Debate sobre el Estado de las Autonomías, precisamente en unos momentos en los que los representantes políticos de algunas de éstas, en una interpretación egoísta de lo que sería la legítima defensa de los intereses de sus respectivas Comunidades, han iniciado una carrera un tanto insolidaria en la que por la defensa de esos “sus” intereses se olvidan de los del resto, no importándoles, incluso, pasar por encima de ellos con tal de sacar los suyos adelante. Quizás por eso llaman más la atención las palabras del presidente Barreda lanzadas desde esa tribuna, desde la moderación y la búsqueda del entendimiento como objetivo.
Desde el convencimiento de que es absolutamente necesario abordar cuanto antes la reforma del Senado, a la vez que adecuar los estatutos de las Autonomías al siglo XXI, el presidente Barreda dejó claro que, para él, no hay otra manera de acometer dicha tarea si no es desde el respeto a la Constitución española, condicionada a los valores de libertad, igualdad y solidaridad que en la misma se consagran. No dudó el presidente tampoco en recriminar la actitud de aquellos que apelan al cainismo y al enfrentamiento porque en palabras del propio Barreda invitan al clima fraticida. Y, aún así, desde la moderación, fue tajante y rotundo en la defensa de los intereses de su comunidad, Castilla-La Mancha. No tuvo complejo Barreda, para reclamar el agua, aunque sus homónimos de Murcia y Valencia le escuchaban frunciendo el ceño. Y porque precisamente fue delante de estos, cuando Zapatero expresó su compromiso de cambiar la política hidráulica, por lo que hay que creer que a veces la contundencia no está en el tono sino en el fondo.
La reforma del Estatuto de Autonomía de Castilla-La Mancha, le va a permitir al Gobierno regional exigir todo el autogobierno que permita la Constitución, y fue algo en lo que Barreda se esforzó en dejar bien claro.
Cuando son tantas las voces que se alzan, tan disonantes y estridentes a veces, reconforta escuchar a Barreda con un discurso que habla de solidaridad, igualdad y encuentro sin que por ello se tenga que renunciar a nada.
Por cierto que, en esa carrera por revalidar un nuevo mandato, Barreda se puede encontrar el camino expedito ya que el rumor de que José Manuel Molina renunciará a presentarse cobra visos de realidad. El último comité ejecutivo provincial del Partido Popular, celebrado en la tarde del pasado lunes en Guadalajara, versó única y exclusivamente sobre dicha posibilidad.
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